Mientras intenta recordar dónde aparcó el coche el día anterior, Juan llama por teléfono a Carmen.
– ¿Carmen? Soy Juan. ¿Llegó el paquete? … Sí, sí, el que te comenté ayer … vale, espero … vale, no te preocupes, si lo encuentras me llamas.
Cuelga en el momento justo en el que encuentra su coche. Entra, se pone el cinturón de seguridad y sale despacio.