Ana entra en las oficinas de la planta baja. No hay nadie. Sólo se escucha el zumbido de la ventilación.
Mira a su derecha, hacia la impresora a la que ha enviado el documento.
– Tengo que hablar con el informático para que ordene esto- piensa mientras mira la maraña de cables en el suelo entre ella y la impresora.
Mira a su izquierda y lo ve todo más organizado y limpio.
– ¿Lo ves ?- se dice-. Ahí lo han hecho bien.
Se plantea si volver a subir a su despacho y enviar el documento a otra impresora o saltar sobre los cables.