Manuel no se fía. Echa otro vistazo a las estanterías y ve, arriba, cajas demasiado grandes para estar ahí.
Se acerca, toca la estantería suavemente con las manos y nota que está casi suelta.
Decide que es mejor llamar al responsable de mantenimiento.
– Paco … soy Manuel, de contabilidad … perdona que te moleste, pero hay un par de estanterías sueltas en el archivo de la segunda planta … vale, sí, cuando puedas… gracias Paco.